lunes, 15 de noviembre de 2010

Clavículas envejecidas sobre una frecuencia afilada






Indefectiblemente de espaldas
me doy cuenta que tengo un cienpies rabioso
cocaínomano, cosquillea mi encéfalo.


Me doy cuenta de lo cebada que estaba anoche
de como una sutileza eufórica y elocuente
nos cuenta
aquí y ahora
se ha creado algo quedaría ya eterno.

Como si ya la hubiése encontrado
especialmente persuasivo
el semi dios se me sienta al lado
me cuenta su recorrido en los siete mares
sangrandosé sobre los siete mas enagenados países.

Alemania, Dinamarca, Suecia.
Casi se me dilatan las pupilas
al escuchar una voz grave
pronunciando ilegible
fotográficamente a mi médula.

El ser humano pronuncia una y otra vez
sangre, que es mía.
Nadie puede titubear sobre un parissiene lápiz labiado
cuando el destino es tan claro.

Fijáte mi amor se levanta
como una columna de clavos sobre la espalda
se endereza.

Cerras los dientes
lo apretas todo
se me hace boca la agua





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